Nuestra Misión
Cuestionar lo
tradicional
Investigamos, probamos y comprobamos alternativas más
conscientes de alimentación y conexión con tu mascota
Te acompañamos en el proceso de conocer y
conectar con ellos
El rigen
2015
Todo empezó
con Argos
Nuestro Beagle de 7 años se había alimentado siempre con todo tipo de croquetas.
Sufrió toda su vida de alergia crónica causándole picazón, enrojecimiento, heridas
expuestas y mal olor, además de tener sobrepeso y muy poca energía.
UN CAMBIO CONSCIENTE
Empezamos a investigar sobre las necesidades anatómicas
y nutricionales del perro, probamos con una alimentación
natural hecha en casa (sin mucho más que sentido común)
y la vida de Argos dio un giro de 180.
Desaparecieron las alergias, recuperó su energía y felicidad,
fue más joven la segunda parte de su vida.
2do local de producción
Teníamos 2 máquinas industriales,
3 congeladoras y 20 m2, faltaba espacio pero sobraba pasión.
2016
Nace WilDog Barf
Teníamos la solución a un problema real y la motivación
de dos Dog Lovers, solo había que creérsela.
Fue así que decidimos emprender y llevar esta
alternativa a muchas más personas.
PRIMERA PRODUCCIÓN
(exitosa)
Logramos acondicionar un pequeño local de
producción en Cieneguilla y comprar nuestras
primeras máquinas industriales.
Aquí nos mantuvimos 4 años mientras ya
planeábamos Origo, un proyecto bastante más
ambicioso y complejo.
2020
Nace Origo Pet Food
Lo teníamos planeado desde 2017, pero por muchas
dificultades y mil anécdotas, recién pudimos
empezar a construir la nueva fábrica en 2020.
2021
Relanzamos la marca
Han sido años de muchos retos, caídas, aprendizajes,
pero sobretodo, de mucha felicidad. Que nuestro
trabajo nos permita estar más cerca de los perros
para comprenderlos mejor y ayudarlos a elevar su
calidad de vida, no tiene precio.
1er local de producción
Acondicionamos el patio de la casa para
producir los primeros pedidos creyendo
que teníamos todo lo necesario.
Fue un fracaso total y tuvimos que
reinventarnos.
3er local de producción
Hoy nuestras cocinas cuentan con 300 m2,
los estándares de calidad y sanidad más
exigentes de la industria alimentaria y, detrás de cada alimento entregado, una
familia de colaboradores apasionados por su trabajo.
Con mucho cariño.
Rafa y Luciano
El rigen
2015
Todo empezó
con Argos
Nuestro Beagle de 7 años se había alimentado siempre con todo tipo de croquetas.
Sufrió toda su vida de alergia crónica causándole picazón, enrojecimiento, heridas expuestas y mal olor, además de tener sobrepeso y muy poca energía.
UN CAMBIO CONSCIENTE
Empezamos a investigar sobre las necesidades anatómicas y nutricionales del perro, probamos con una alimentación natural hecha en casa (sin mucho más que sentido común) y la vida de Argos dio un giro de 180.
Desaparecieron las alergias, recuperó su energía y felicidad, fue más joven la segunda parte de su vida.
1er local de producción
Acondicionamos el patio de la casa para producir los primeros pedidos creyendo que teníamos todo lo necesario.
Fue un fracaso total y tuvimos que reinventarnos.
2016
Nace WilDog Barf
Teníamos la solución a un problema real y la motivación de dos Dog Lovers, solo había que creérsela.
Fue así que decidimos emprender y llevar esta alternativa a muchas más personas.
2do local de producción
Teníamos 2 máquinas industriales,
3 congeladoras y 20 m2, faltaba espacio pero sobraba pasión.
PRIMERA PRODUCCIÓN
(exitosa)
Logramos acondicionar un pequeño local de producción en Cieneguilla y comprar nuestras primeras máquinas industriales.
Aquí nos mantuvimos 4 años mientras ya planeábamos Origo, un proyecto bastante más ambicioso y complejo.
3er local de producción
Hoy nuestras cocinas cuentan con 300 m2, los estándares de calidad y sanidad más exigentes de la industria alimentaria y, detrás de cada alimento entregado, una familia de colaboradores apasionados por su trabajo.
2020
Nace Origo Pet Food
Lo teníamos planeado desde 2017, pero por muchas dificultades y mil anécdotas, recién pudimos empezar a construir la nueva fábrica en 2020.
2021
Relanzamos la marca
Han sido años de muchos retos, caídas, aprendizajes, pero sobretodo, de mucha felicidad. Que nuestro trabajo nos permita estar más cerca de los perros para comprenderlos mejor y ayudarlos a elevar su calidad de vida, no tiene precio.
Con mucho cariño.
Rafa y Luciano